Desde la primera mitad del siglo pasado, los visionarios antioqueños, fundadores de grandes empresas y promotores del desarrollo social, veían a Urabá, región de la que solo se sabía su nombre y a la que apenas se podía llegar por mar desde la Costa Caribe o por caminos de herradura desde Antioquia, como la tierra de la “promisión paisa”. Soñaban con hacerle una carretera que la conectara con Medellín, puertos que llevaran a Antioquia al mundo, túneles como el Fernando Gómez Martínez y el Toyo, veían el mar de Urabá como el mar turístico de Antioquia y muchas otras obras más. Hoy ese sueño está cada vez más cercano a la realidad. El fin de semana el gremio bananero, la Agencia Nacional de Infraestructura y la Concesión Transversal de Las Américas firmaron un pacto para que la megaobra, que comunicará a todos los municipios de la región y a esta con la Costa Caribe en doble calzada, sea una realidad. Esta, que debe concluir a mitad del próximo año, en la fase de Urabá, conectará con Mar 1, Mar 2, el Toyo y los puertos que se construirán en Turbo y Necoclí. Sobre el presente y futuro de Urabá, EL COLOMBIANO habló con Juan Camilo Restrepo, presidente de Augura.
¿A qué acuerdo se llegó con la Agencia Nacional de Infraestructura y la Concesión Transversal de Las Américas para avanzar con el megaproyecto por los predios de bananeros?
“Es importante aclarar que el gremio bananero es, ante todo, un articulador de los procesos que lleven el desarrollo a la zona. Los grandes proyectos de infraestructura, como Mar 1, Mar 2, túnel del Toyo, los dos puertos y la Transversal de Las Américas, consolidarán a la región y la harán protagonista del presente y el futuro del departamento y Colombia. Al gremio bananero no se le puede ver como una piedra en el zapato frente a la Transversal de Las Américas, como lo denunció esta semana el vicepresidente, Germán Vargas Lleras, en la región, debido a la información que él manejaba sobre el atraso del proyecto, el tema era un asunto técnico y ello debe quedar claro. El pasado viernes, en un hecho histórico para el desarrollo de Urabá, nos reunimos con la Agencia Nacional de Infraestructura y los delegados de la Concesión y pactamos un acuerdo para que, a partir del dos de noviembre, utilicen todos los predios que necesiten en las empresas bananeras para que la obra cumpla con sus cronogramas”.
¿Cómo se hará la valoración de los predios y cuánto deben ceder los empresarios bananeros?
“El pacto es con todo el empresariado bananero para que la megaobra utilice las franjas que necesite, las cuales no estaban definidas, repito por asuntos técnicos debido al ajuste de los trazados, franjas y otros temas, las cuales se redujeron en los últimos cuatro meses. En total la vía pasará por más de 87 predios, algunos en plena productividad y con una historia de más de 50 años. Eso significa una entrega de manera eficaz y eficiente, por supuesto que esto lleva a que existan unas valoraciones. Hemos dicho que el gremio no se opondrá a los avalúos que realicen las autoridades competentes, la ANI y la Concesión de Las Américas”.
¿Qué tan importantes la Transversal de Las Américas para la conectividad de la región con las grandes ciudades de la Costa Caribe?
“Es una obra fundamental para acercar a Urabá con Córdoba y el resto de la Costa Caribe. Clave el intercambio y el acercamiento que la región bananera logra con ciudades como Montería, la cual presenta hoy un significativo desarrollo. La Transversal atraviesa gran parte de los 11 municipios de Urabá, no solo el Eje Bananero y crea unas variantes para no afectar la movilidad en los cascos urbanos, como lo hacen las grandes obras”.
¿Según los cronogramas y la ANI para cuándo estaría terminada la megaobra?
“Esa transversal de Las Américas, a la que el gobierno del presidente Santos le ha puesto todo el empeño en pro del desarrollo de Urabá, se estima que termine como tal en junio o julio de 2017”.
¿Cómo se complementa esta vía con los puertos?
“La megaobra es la prueba de que los sueños del gran Urabá se están cumpliendo. La Transversal de Las Américas, más Mar 1, Mar 2, Toyo, Costa Caribe garantizan la viabilidad y futuro de los puertos en Turbo y Necoclí. El paquete es tan grande que cambiará la composición del Producto Interno Bruto al país, hoy concentrado en cuatro o cinco capitales. Estos días se adjudicará la firma constructora del puerto Antioquia, en Turbo”.
No obstante, este desarrollo, una gran preocupación para la zona siempre ha sido el tema de la seguridad. ¿Este sigue siendo asunto crítico o ha bajado la tensión con los diálogos de paz con las Farc?
“Urabá tiene una condición sui generis en Antioquia por ser la región que más ha padecido el conflicto. En la década de los 90 se pactó la desmovilización con el Epl, cuyo gran poder estaba concentrado en Urabá y Córdoba. Hoy la mayoría de los desmovilizados de esa guerrilla hacen parte de Sintrainagro, un sindicato moderno, que trabaja de manera mancomunada con el empresariado, autoridades y otros protagonistas de Urabá, pensando en el futuro de la región. Entonces, al hablar de paz, de posconflicto, de desmovilización y reintegración, Urabá es una muestra de que esto sí se puede. En lo que tiene que ver con la violencia y el conflicto hemos tenido presencia de todos los grupos al margen de la ley y rogamos para que exista un gran acuerdo nacional, un gran pacto, como consecuencia de lo ocurrido el pasado dos de octubre, para que se llegue al fin del conflicto con las Farc y esperamos que se instale la mesa con el Eln y también se cristalice un acuerdo con esta organización. Claro que enfrentamos problemas de violencia en la región. Como en cualquier parte de Colombia hay dificultades con las bandas criminales y el pandillismo juvenil, que debe enfrentarse con acciones policiales, pero también generando oportunidades de estudio, empleo, deporte, recreación y estabilidad para este sector de la población”.
¿Sigue el gremio bananero como el gran protagonista de Urabá o hay otros sectores consolidándose en la zona?
“Si bien la industria del banano ha sido clave en Urabá en los últimos 50 años, hoy la dinámica de la región se manifiesta en un gran proyecto que se conoce como “Urabá se siente”. Es una iniciativa que suma fuerzas del comercio, la industria, las cajas de compensación, la Iglesia y, sobre todo, el trabajo articulado con el sector publico. Los 11 alcaldes de los municipios del Urabá antioqueño, que va más allá de los cuatro del Eje Bananero, constituyen una fuerte alianza público-privada, articulada con los planes megainfraestructurales y de desarrollo del Gobierno Nacional, el plan de desarrollo de la Gobernación de Antioquia, la presencia de la Universidad de Antioquia y el gran empresariado antioqueño, que hoy trabaja por el sueño del gran Urabá. La consolidación institucional es un hecho en la región”.
¿Cómo logra que esto llegue a puerto seguro y no quede a mitad de camino como ocurrió con otras grandes iniciativas?
“Trabajamos con un objetivo común enmarcado dentro de un interés superior de la región, donde todos somos conscientes de la responsabilidad histórica que tenemos y del momento brillante que vive el país y del que será protagonista clave Urabá. Si nosotros creemos que el Urabá de hace 20 o 30 años es el mismo de hoy, partimos de una premisa que no es real. Hoy Urabá respira gente nueva, dinámica, con dificultades porque no estamos en el paraíso, pero considero que hoy esta zona es un ejemplo de seguir en Antioquia”.
Los grandes pensadores de Antioquia, incluso desde la primera mitad del siglo pasado vieron a Urabá como una tierra de promisión. ¿Se está llegando a ese sueño?
“Así es, Urabá significa tierra prometida, somos urabaenses mas no urabeños. A aquel sueño de todos esos patriarcas y empresarios de tener conexión con el mar y el mundo por esta región, creo que le llegó la hora. Esto está pasando de los sueños a la realidad. Estamos en la zona que es, en el momento que es y con la gente que es”.
¿En términos de intercambio comercial cómo ve usted proyectada la región?
“En un tiempo no lejano, que bueno que el café colombiano, que se produce en el Suroeste antioqueño, no se exporte por Buenaventura sino por Urabá. Hoy, incluso, se puede hacer con el sistema de operación portuaria de Banacol y Uniban. Eso les ahorraría costos y tiempos a los productores cafeteros. Si nosotros tenemos esta conectividad y avanzamos en los nuevos puertos rápidamente tendrían grandes posibilidades de moverse por nuestra región telas, maquinarias, elementos de industria y todo aquello que produce o necesita el Valle de Aburrá e incluso el Eje Cafetero y los departamentos del suroccidente del país, sin tener que ir, con largos desplazamientos a otros puertos de la Costa Caribe o el Pacífico”
Hay varias vías en el Eje Bananero, incluso pavimentadas, con un importante kilometraje, que son manejadas y administradas por los empresarios del gremio bananero. ¿Qué pasará con las mismas?
“Considero que hay que definir rápidamente el tema de las carreteras de Zungo y Nueva Colonia las cuales ha mantenido y las tiene en disposición el sector bananero con la Gobernación de Antioquia. Las carreteras en mención son las de Zungo, que conecta la región de Urabá con el aeropuerto Antonio Roldán Betancur, que crece cada vez más en pasajeros y número de aerolíneas que llegan a la región, y la que se conoce como Nueva Colonia, que presenta problemas de mantenimiento por el fuerte invierno que azota a la zona. Esta es la que en el futuro va a conectar con puerto Antioquia. Será clave el diálogo con la Gobernación para definir el presente y ver cuál será el futuro de dichas obras.
Estas en los últimos 25 o 30 años han sido sostenidas con presupuesto propio del gremio bananero, pero creemos que ya llegó el momento de que ambas pasen a ser manejadas por la Gobernación.