Son múltiples las posibilidades y actividades que pueden desarrollar las empresas para que sus empleados integren la familia y el trabajo
La empresa familiarmente responsable es la que tiene claro que sus empleados tienen vida después del trabajo.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), entendida como la gran oportunidad para desarrollar alianzas con los trabajadores con el propósito de mejorar su calidad de vida y la productividad de la organización, hoy por hoy cobra mayor relevancia en el mundo actual, al ser el marco en el que se materializan acciones orientadas a conciliar la vida personal y familiar de los trabajadores, con su vida laboral.
Conciliar la vida familiar del trabajador, con la laboral para mejorar y fortalecer su calidad de vida, no se trata solamente de aumentar las posibilidades materiales de él y su familia, sino -y principalmente-, un proceso en donde prevalezca el respeto por la dignidad de la persona y el desarrollo de sus vínculos y relaciones, como ser humano.
La familia, va más allá de ser un agente económico para la producción de las empresas; es el núcleo fundamental, a través del cual se desarrolla la vida de los trabajadores, por ello separar escenarios, es en realidad imposible en la cotidianidad de las personas que trabajan.
Por ello, las organizaciones cada vez están siendo más consientes de esta realidad, y se preparan dentro de sus políticas organizacionales para abordar estas situaciones.
Las organizaciones que han ya iniciado transformaciones significativas en su interior, rompen antiguos paradigmas, como aquel que considera, que obtener beneficios económicos dentro de una empresa, se opone al principio de respaldo y ayuda al trabajador, desconociendo la complementariedad que significa el desarrollo humano de sus principales aliados en la organización.
Algunas empresas, lo promueven a través del sello “Empresas Familiarmente Responsables” (EFR), certificación que otorga la Fundación Masfamilia, a partir de un protocolo que verifica acciones concretas en la conciliación laboral de las personas y su integración con su propia vida personal y familiar.
De acuerdo con estadísticas de Masfamilia, en 2019, Colombia es el segundo país en el mundo, después de España, con más “Empresas Familiarmente Responsables” certificadas. Son en total 67, organizaciones que dentro de esta metodología promueven procesos de conciliación, siendo Colombia el país con más empresas certificadas en Latinoamérica.
Una de las motivaciones en este avance, es posiblemente la alta rotación laboral, lo que estimula a las empresas a gestionar procesos la certificación EFR, como fundamento de políticas que mejoran la integración, la motivación, el compromiso y el sentido de pertenencia, de los empleados, asegurando escenarios en los que ambas partes ganan. Favoreciendo también a quienes conviven y comparten la vida laboral, personal y familiar, de sus empleados.
En beneficio de los trabajadores, se promueven acciones que favorecen positivamente la estabilidad laboral, como la flexibilidad de horarios, la implementación del trabajo desde casa, la armonización de la jornada laboral con necesidades de la familia, el apoyo al desarrollo de procesos de la familia, el crecimiento personal y profesional, o la vinculación al trabajo de sectores menos favorecidos y población vulnerable.
En beneficio de las empresas, se mejoran los indicadores de productividad, motivación, compromiso, por lo que se puede lograr mayor competitividad, mayor interés de futuros inversionistas, al tiempo que mejora su reconocimiento, como una organización que favorece el desarrollo de su personal y el de sus familias, puesto que realmente está comprometida con su talento humano.
Por su parte, Nuria Chinchilla, quien hace parte del grupo creador del modelo, refiere que “la empresa familiarmente responsable es la que, de entrada, tiene claro que las personas que allí trabajan tienen vida después del trabajo y les va a facilitar -si ellas quieren- poder tener esa vida dentro del trabajo, porque tienen dependientes, hijos o padres. No se trata de trabajar menos horas, sino de integrar trabajo y familia...”. En tal sentido, las empresas que son conscientes de estos aspectos, identifican que su colaborador tiene compromisos que no se separan de su vida como trabajador, y hacen parte de un todo, por lo que es imposible, disociar estos aspectos en las personas.
Son múltiples las posibilidades y actividades que puede desarrollar una empresa, para promover acciones de integración entre la vida familiar y laboral.
Los retos no son sencillos, pero en la medida en que como empresarios, aportemos en estas nuevas culturas, podremos prepararnos de una mejor manera, a los cambios que propone la cuarta revolución industrial, en donde las llamadas habilidades blandas, marcarán rotundas diferencias frente a los nuevos desafíos, y en donde la materialización de un modelo de gestión de conciliación o integración de la vida personal y familiar, impactará positivamente a los trabajadores en las organizaciones.
REGISTRO DE LAS BUENAS PRÁCTICAS
Algunas de las acciones, que pueden desarrollar las empresas certificadas como familiarmente responsables, dentro de un registro de buenas prácticas, documentados por la Fundación Masfamilia, en la publicación #miempresaconciliaMadrid2015 , pertinentes al contexto colombiano podrían ser:
–Permisos por nacimiento del hijo, adicionales a los de ley.
–Permisos por lactancia hasta los 12 meses del bebé.
–Reducción de Jornada laboral (en 1 hora diaria) por cuidado de hijo menor de 5 años.
–Apoyos en adecuados lugares como Jardín Infantil o centro de cuidado a niños en primera infancia y, el desarrollo de estos espacios en lugares cercanos a la empresa o dentro de ella.
–Ayuda extracurricular o actividades para niños en los días sin colegio o de vacaciones.
–Flexibilidad horaria en la entrada, salida y en la hora de la comida.
–Bolsa de horas al año, en asuntos personales.
–Permiso por consulta médica de familiar para acompañar a hijos, cónyuge, padres o discapacitados a su cargo.
–Vacaciones flexibles en tres periodos.
–Días de vacaciones adicionales.
–Sistemas de conexiones remotas y videoconferencias, para favorecer el teletrabajo.
–Interlocutor de conciliación en las empresas, para generar soluciones adaptadas a las circunstancias individuales de sus propios trabajadores.
–Talleres para el manejo de diferentes circunstancias de la vida familiar.
–Celebración del día del niño, de la familia, de la mujer, etc. En los cuales, más que ofrecer un regalo, se brinden oportunidades de un apoyo al fortalecimiento del vinculo familiar.
Elvira Forero Hernández