En una cena realizada el pasado miércoles en el centro de Bogotá –según conoció EL TIEMPO– se llevó a cabo un encuentro entre congresistas, funcionarios del Ministerio de Hacienda, con el ministro Mauricio Cárdenas a la cabeza, y dirigentes de gremios empresariales, se le pusieron nuevos condimentos a la reforma tributaria.
Se espera que la reforma sea radicada en el Congreso entre hoy viernes y el lunes, pues el jefe de la cartera de las finanzas públicas partirá a la reunión de ministros de las Américas (el 8 de octubre) y quiere ser él mismo quien la sustente.
Cárdenas dijo anoche que “nada estaba cerrado aún con la reforma tributaria”; sin embargo, confirmó que entre las opciones se estaba barajando el incremento en 3 puntos del impuesto a la renta conocido como Cree, el patrimonio igual a como está hoy pero permanente, y el 4 x 1.000, también permanente.
Pese a que el proyecto entrará al Legislativo como una ley de financiamiento, tiene al menos 30 artículos (inicialmente se había hablado de dos y luego de 4).
El propósito fundamental de la iniciativa sigue siendo cubrir 12,5 billones de pesos que le faltan al Presupuesto General del 2015.
El giro que tendría el impuesto al patrimonio, después de varias alternativas que no han calado, sería de 180 grados.
La idea que llevaban hasta ahora era la de dejar dicho tributo como está en la actualidad, con las mismas tarifas (0,25, 0,35, 0,75 y 1,5 por ciento anuales), pero de manera permanente. Esto, en parte, debido a la resistencia de los contribuyentes del tributo a un aumento (0,4, 1,1, 2 y 2,25 por ciento según la propuesta inicial).
El Consejo Gremial Nacional, al que pertenecen las más grandes organizaciones empresariales, expuso que ante el impacto de dicha medida en la inversión, planteaban como alternativa una sobretasa al impuesto de renta, solo por un año.
Según lo conocido por este medio, en el Gobierno habría hecho eco la propuesta del Consejo Gremial.
En consecuencia, la iniciativa gubernamental propone tres puntos adicionales al Cree, con lo que los impuestos sobre la renta para personas jurídicas, que hoy suman 34 por ciento (25 de renta y 9 del Cree), quedaría en 37 por ciento.
El gravamen a los movimientos financieros, o 4 x 1.000, altamente criticado por entidades como Anif y Fedesarrollo, también se dejaría de manera permanente, según expresó la fuente.
Con respecto al incremento del impuesto de renta, el exdirector de la Dian Santiago Pardo es uno de los defensores de dicha estrategia. Inclusive, según sus cuentas, “el sector empresarial podría dar hasta para que se le grave con un impuesto entre 38 y 42 por ciento sobre la renta”.
Claro está, esto si se elimina el impuesto al patrimonio que, según Pardo, “el país requiere un sistema tributario que permita hacer negocios, no que los desestimule como el impuesto al patrimonio, que ha hecho salir cientos de empresas del país”.
Un estudio realizado por el tributarista, que será presentado este viernes ante el Consejo Privado de Competitividad, destaca que con el esquema de incremento de tarifas al impuesto al patrimonio hay casos que él cataloga como inverosímiles.
Con cifras hipotéticas, para no usar números grandes, pues el impuesto al patrimonio se paga a partir de 1.000 millones de pesos, explica el impacto.
“Si una persona compra una tierra para el cultivo de caña, por 100 millones de pesos, produce 4 millones de pesos en utilidades después de sacar costos y gastos. Por el impuesto al patrimonio pagaría 2’225.000 pesos, 1 millón por el predial y otro millón por renta. En consecuencia, estaría pagando en impuestos una cifra superior a las utilidades obtenidas”.
Otros puntos que contiene la reforma tributaria del Gobierno estarían relacionados con ajustes al Imás (Impuesto Mínimo Alternativo), pero sin modificar aspectos esenciales, sino para precisar condiciones a los declarantes, de manera que se controle más la evasión que se está presentando por esta vía. También habría artículos que tienen que ver con la forma de lograr la declaración de patrimonios que están fuera del país, tema que ya había anunciado el Ministro de Hacienda, y ahora incluirá en la propuesta.
“La mayoría de artículos serán para solucionar problemas técnicos con la tributación”, concluyó la fuente.
Más renta e IVA, pero sin gravar patrimonio
Con el nombre de ‘Sistema tributario, competitividad y equidad’ será presentado hoy, ante el Consejo Privado de Competitividad, un estudio realizado por la firma Pardo & Asociados, en el que ponen las luces de lo que debe ser un sistema tributario “sencillo, equitativo, neutro, respetuoso con los contribuyentes y motor para el desarrollo de un país”.
Según los investigadores, “con la reforma tributaria conocida hasta ahora, la inversión en bienes de capital en Colombia quedaría gravada con IVA de 16 por ciento, impuesto al patrimonio del 2,3 por ciento anual, impuesto presuntivo en renta y GMF (4 x 1.000)”.
Esto, según las explicaciones de Santiago Pardo, “genera una carga impositiva del 44,3 por ciento (33,8 % a valor presente) sobre el valor de los bienes de capital que sean financiados con recursos de accionistas”.
En el estudio se sostiene que “esta realidad va en contravía de la que vive un industrial en Estados Unidos, cuya carga tributaria asociada a la compra de bienes de capital es 0”.
La investigación pone un ejemplo del sector agropecuario. “La tierra puede rentar entre 4 y 6 por ciento, lo que genera tasas de tributación que fluctúan entre 51 y 107, sin incluir impuestos tales como el impuesto de alumbrado público”.
Pardo, además de una tarifa mayor a la renta, a través del incremento del Cree, se inclina más por subir el IVA entre 1 y 2 puntos, sin afectar la canasta familiar, para que no impacte a los pobres.
Destaca, también, la posibilidad que tiene el Estado de recuperar recursos de la evasión que es del 30 por ciento. “Que los impuestos no sigan aumentando sobre los mismos aportantes”.
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