Mientras el Gobierno resalta los logros del plan de acción del TLC, sindicatos le ven los peros.
Pasados 1.095 días, el balance que se presenta del plan de acción de Colombia y Estados Unidos para los derechos laborales varía según la orilla desde la que se haga.
Para el Gobierno, es claro que se adoptaron las medidas acordadas, pero reconoce que, a pesar de los avances en materia laboral, aún persisten desafíos.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) sostienen que el plan no se cumplió y las medidas adoptadas por el Gobierno no surtieron los efectos esperados. La Confederación General del Trabajo (CGT) se sumó a las criticas y dijo que se firmó un acuerdo, desafortunadamente no cumplido hasta la fecha.
Y es que hace tres años, los presidentes Juan Manuel Santos y Barack Obama, suscribieron el plan de acción cuyo propósito era proteger los derechos de los trabajadores colombianos, prevenir la violencia contra los sindicalistas y castigar a los autores de los actos violentos.
La firma de ese plan permitió que un año más tarde, en mayo de 2012, entrara en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países.
La iniciativa contemplaba entre otros aspectos la expedición de un Decreto sobre el derecho a la negociación colectiva para los empleados públicos, el nombramiento de 480 inspectores de trabajo y 95 investigadores judiciales para profundizar la lucha contra la impunidad, la penalización de las conductas antisindicales, la lucha contra los pactos colectivos y la creación del ministerio de Trabajo.