El más reciente informe de Euromonitor sobre las tendencias de consumo para este 2019 revela que en economías desarrolladas, el consumo de bienes y servicios sostenibles está más apropiado que en economías emergentes como la colombiana.
Esto, unido a la falta de consciencia en el consumo en el país, ha llevado a que los emprendedores verdes y los negocios ya establecidos en este sector vean una gran oportunidad en los mercados internacionales.
Aunque no se conocen cifras exactas del porcentaje de ventas al exterior que alcanzan este tipo de negocios, para Mauricio Mira exdirector de la oficina de negocios verdes del Minambiente, del más de medio billón de pesos que reportaron en ventas estas empresas un porcentaje significativo es exportado.
“Este es un mercado que crece en otras latitudes sobretodo en Europa y algunas ciudades de Norte América. Y es muy interesante, porque Colombia tiene factores diferenciadores frente a otros países de América Latina lo cual hace más atractivos a los productos sostenibles colombianos”, señaló Mira.
Al respecto, Portafolio.co consultó varios emprendimientos colombianos en este sector para saber cuál es el porcentaje de ventas que realizan al exterior. De acuerdo con los negocios consultados, entre el 70% y el 90% de sus ventas se realizan fuera del país, incluso las pequeñas empresas que aún no han comenzado la comercialización de sus productos proyectan ventas del 100% en otras latitudes.
El líder de emprendimiento sostenible de la Universidad EAN, Francisco Matiz, considera que “el consumidor internacional en muchos sentidos es más sensible frente a estas propuestas, las valora mucho más y está más dispuesto a pagar por esto. Sin embargo, las propuestas deben estar ajustadas a las necesidades de este mercado que además de buscar temas verdes y sostenibles, seguramente son más exigentes en temas de calidad y empaques, por ejemplo”.
Para Matiz Estados Unidos, Europa y Asia son mercados potenciales para los emprendimientos y negocios verdes en el país que quieren sacar sus productos. “Alemania y Holanda son mercados súper sensibles y que valoran muy bien las líneas de productos orgánicos y de mercados verdes. Las principales entidades que generan sellos y productos en este rubro están en Alemania”, afirmó.
Sin embargo, el panorama no es muy alentador para este comercio. Sergio Zuluaga, presidente de Asec explica que aunque en el sector no hay cifras que determinen su potencial exportador se puede evaluar su situación actual a partir de los datos existentes de las ventas en el exterior de las MiPymes.
“En términos generales el 95% de las exportaciones del país son realizadas por la gran empresa y de las MiPymes que exportan solo el 3% lo hace recurrentemente y de estos, más del 60% lo ha hecho solo una vez. De esto podemos ver un panorama dramático para el sector de las empresas sostenibles que tiene la misma tendencia”, explicó Zuluaga.
Además, los empresarios en este rubro deben enfrentarse con desafíos que van desde la documentación hasta la logística para llevar sus productos fuera del país, situación que complica su sostenibilidad financiera.
“Hay dos retos gigantes: el tema de los trámites y los costos de los procesos de la cadena de distribución, pero sobretodo el tema de la logística. Los fletes son una de las barreras de acceso a los mercados internacionales que tienen los pequeños productores, incluso los fletes internos llegan a ser más costosos”, aseguró Mira.
Felipe López, cofundador de Mistura un emprendimiento colombiano que produce relojes con materiales no convencionales, asegura que para poder ser más competitivos en el exterior el país debería fortalecer las exportaciones ‘vía courier’ ya que es más accesible en cuanto a costos y reduce el número de intermediarios.
“Acá en Colombia el tope para exportar ‘vía courier’ es de apenas 5.000 dólares, valor que viene sin modificaciones desde algún tiempo y que consideramos es un monto que limita bastante el proceso exportador bajo este modelo, sobre todo en productos con alto contenido de valor agregado como el nuestro”, afirmó López.
Por su parte, Jessica Soto, cofundadora de Maathai Organic, un emprendimiento de ropa interior femenina orgánica, asegura que otro de los principales problemas que tienen estos negocios a la hora de salir del país es la falta de conocimiento y estudio del mercado al que se quiere llegar, así como de la reglamentación que exigen los destinos para la entrada de sus productos.
“Al llegar al mercado deseado existen barreras como el idioma y la cultura, además de las leyes. Por ejemplo, nosotros nos encontramos con que en Alemania tú puedes devolver la ropa interior hasta 14 días después de la compra, algo que al principio fue muy duro de entender”, señaló Soto.