Reforma tributaria, lo antes posible: Cárdenas
Después de la lluvia de críticas por los adelantos del informe de la Comisión de Expertos tributarios, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, tiene claro que esta será una reforma que tendrá que sacar adelante el Gobierno lo antes posible.
Y si a eso se le suma el rechazo generado por la venta de la participación del Gobierno en Isagén, que está a 24 horas de darse, al ministro le ha tocado lidiar con el capote en una mano y la calculadora en la otra, dos decisiones de largo plazo para el futuro económico del país y, por demás, impopulares.
No obstante, esos no son los únicos temas que lo ponen a sacar cuentas. El ministro habló con EL COLOMBIANO sobre la preocupación que le genera un déficit de la cuenta corriente en 7,7 por ciento, el descuadre de la inflación durante el año pasado y la necesidad de más dinero para financiar los proyectos del Gobierno.
A pesar de la desaceleración de la economía, el aumento en las tasas de interés y la necesidad de intensificar la “austeridad inteligente”, Cárdenas se muestra optimista y asegura que la economía colombiana sigue siendo altamente atractiva para la inversión y crecerá a tasas altas, teniendo en cuenta el panorama de América Latina.
En diálogo con este diario, el ministro contó que le gusta el dólar a 3.000 pesos, promete que va a cuidar los recursos de Isagén como el bien más valioso y no le está rezando a ningún santo para que hoy no pase nada camino a la subasta; no le pone aún costo al posconflicto y quiere apretarle el acelerador a la reforma tributaria... pero ya no asegura que será presentada en marzo.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PANORAMA DE LA ECONOMÍA EN 2016
¿Qué hace pensar al Gobierno que el país crecerá 3,2 por ciento en 2016 mientras los analistas creen que será 2,5 por ciento?
“En 2015 las expectativas también estaban por debajo del 3,2 por ciento, que será con el que cerramos el año. El Gobierno estuvo más cerca que muchos que los analistas. Creemos que la economía va a tener un comportamiento parecido al 2015. El país puede estar tranquilo, pues la mitad del aumento del PIB para 2016 ya está definido”.
¿De dónde sale ese cálculo? “Reficar aportaría 0,6 por ciento al crecimiento del PIB. El programa de infraestructura de 4G aportaría 0,4 por ciento, los impulsos a la vivienda 0,4 por ciento, sobre todo por el subsidio a la vivienda de clase media que tiene un gran impacto sobre la economía; y la dinamización de la industria por cuenta de la devaluación sumaría 0,2 por ciento al crecimiento. Estos elementos nos darían 1,6 por ciento de crecimiento para este año, con eso ya contamos”.
Dentro del Plan financiero proyectan una inflación de 4,5 por ciento para 2016 ¿Cuáles van a ser los factores que harán que baje de casi 7% para estratos bajos hasta ese punto?
“La inflación puede seguir aumentando un poco los primeros meses del año, sobre todo impulsada por los efectos del fenómeno de El Niño. Sin embargo, dado el aumento de tasas del Banco de la República y el menor crecimiento de la demanda, es de esperarse que los precios comiencen a descender durante el segundo semestre del año para cerrar 2016 por debajo del 5 por ciento, y para 2017 estarían nuevamente entre el 2 y 4 por ciento”.
El traspaso de la devaluación a los precios continúa, ¿esa presión se mantendrá y cómo se comportará esta variable en 2016?
“El efecto de la devaluación sobre los precios es de una sola vez. Se están acomodando los precios a un nivel de dólar más alto y eso ya está muy avanzado. Siempre y cuando la moneda se estabilice alrededor de los niveles de 3.100 o 3.200 pesos, no veremos impactos adicionales. Todo depende de qué pasa con el precio del petróleo, pero lo que hemos visto estas semanas es que el crudo ha caído mucho y la tasa de cambio se ha mantenido en el rango hasta 3.200 pesos”.
Pero ministro, a usted le gustaba el dólar a 2.000, luego a 2.800 y después a 3.000, ¿le sigue sonando si llega a 3.500 pesos o más?
“No, yo me quedo con el dólar a 3.000 pesos, ese es el nuevo equilibrio, porque va de la mano que el precio del petróleo vuelva a niveles de 40 dólares y creería que en ese punto es consistente con una nueva realidad que tiene que vivir la economía colombiana”.
El déficit de la cuenta corriente tocó un puntos históricos de 7,7 del PIB en el tercer trimestre de 2015, ¿qué hará el gobierno para controlar esta variable que deteriora la economía?
“Esa es nuestra principal preocupación, porque no es sostenible un déficit tan alto. Una nueva caída del petróleo nos pone al frente una nueva baja en exportaciones petroleras. Debemos enfocarnos en apoyar el consumo de productos nacionales y afianzar exportaciones. Volveremos a un déficit de 5 por ciento del PIB en 2017”.
¿Cuál es el plan del gobierno para simplificar los trámites de las exportaciones?
“Uno de los primeros decretos que saldrá este año será el nuevo estatuto aduanero que busca agilizar trámites de comercio exterior en el país”.
El compromiso del Gobierno es de un déficit fiscal del 3,6 por ciento, ¿cuántos billones menos se compromete a ahorrar el gobierno este año?
“Tenemos esa meta. Para lograrla hay que recortar el gasto. Ya el presupuesto que radico el Congreso tiene una reducción en el gasto de 1 por ciento del PIB. Es posible que a lo largo del año debamos seguir aplicando medidas de austeridad. La regla fiscal la vamos a cumplir al pie de la letra”.
¿Cuál es el total de los créditos que se tomarían este año dentro y fuera del país?
“El Gobierno necesita 4.500 millones de dólares, 3 mil millones los obtendríamos con créditos con la banca multilateral y 1.500 millones de dólares saldrían de la emisión de bonos, que se realizaría en el primer trimestre”.
Eso es menos que lo pedido el año pasado...
“Sí. Este año necesitamos menos porque en septiembre del año pasado hicimos una emisión de 1.500 millones de dólares que no se requerían en ese momento y se convirtieron en prefinanciamiento de 2016. Lo hicimos antes que la Fed subiera sus tasas”.
En ese sentido, el riesgo país volvió a niveles de 2009, ¿ese prefinanciamiento lo hicieron pensando que eso iba a pasar?
“El riesgo país ha aumentado para todas las economías emergentes por la descolgada de la economía china y por aumento de las tasas de la Fed, de ahí la importancia de la refinanciación de septiembre pasado”.
Pero esa variable también implica menos inversión en el país...
“No creo, el apetito de inversión en Colombia sigue siendo grande. El país se ve como una buena alternativa. No nos tratan igual que al paquete de los mercados emergentes. El país aparece como un caso especial”.