Tras su entrada en vigencia, arribaron 8.000 millones de dólares a sectores económicos locales.
Tras un poco más de tres años de ponerse en ejecución, el TLC de Colombia con Estados Unidos genera un aumento de la llegada de capitales, en número de proyectos empresariales y en creación de empleos.
La nueva oferta estadounidense en el mercado, a través de franquicias u operaciones directas, incluye, entre otros, sellos de ropa interior, cadenas de cafeterías, firmas de servicios, fabricantes de cables eléctricos y, obviamente, las comidas rápidas.
Aparte de impulsar el comercio bilateral, uno de los objetivos con el TLC era precisamente promover la entrada de recursos desde la economía más grande del mundo.
Estados Unidos además se consolidó en este periodo como el primer inversionista extranjero en Colombia, con 21,1 por ciento y 30.325 millones de dólares acumulados hasta marzo.
Algunos de los fabricantes y cadenas de comercio que aterrizaron son Victoria’s Secret, la afamada marca de ropa interior femenina, y las cafeterías Starbucks, Marriott, Starwood y Forever 21.
Las movidas también han estado a la orden del día: Donaldson Company adquirió a Industrias Partmo, una fábrica de filtros de aire de Bucaramanga, y Arthur J. Gallagher, uno de los cinco jugadores más grandes del mundo en corretaje de seguros, hizo lo propio con ARM Re Ltda. Corredores de Reaseguros y con Guianza.
En tanto, el gigante Whirlpool se alió con la compañía paisa Haceb para fabricar lavadoras en Copacabana (Antioquia), y General Cable adquirió a la bogotana Procables.
Mayor inversionista
Las cifras del portal de análisis empresarial LosDatos.com, con base en los registros del Banco de la República, indican que entre diciembre del 2011, mes antes del TLC, y marzo de este año, el saldo de IED de EE. UU. en Colombia pasó de 22.019 a 30.325 millones de dólares, es decir, creció el 37,7 por ciento.
EE. UU. también fue el país que más trajo capitales de largo plazo durante ese periodo, con 8.304 millones de dólares.
Tanto así que representa el 21,6 por ciento del total de IED acumulada, que es de unos 143.000 millones de dólares.
Antes del TLC, dicha inversión significaba 23,6 por ciento del total de la IED, pero su disminución se debe a la diversificación y el aumento de la llegada de recursos de países como Chile y Suiza.
Aunque el año anterior bajó 19,5 por ciento frente al 2013, al ubicarse en 2.284 millones de dólares, desde el 2011 y antes de ponerse en marcha el TLC, los montos de IED de EE. UU. se ubican en un promedio de 2.000 millones de dólares anuales.
Igualmente, de acuerdo con mediciones de FDI Markets, división de inteligencia de mercados del diario británico Financial Times, el número de empleos generados por los proyectos de compañías de EE. UU. suman 29.316, frente a los 21.690 del periodo previo al tratado.
Las plazas se generaron principalmente en prestación de servicios especializados, sector financiero, turismo, transporte aéreo, telecomunicaciones, industria química y agroindustria.
Paralelamente, mientras entre el 2009 y el 2011 se iniciaron 69 proyectos, entre el 2012 y marzo del 2015 arrancaron 84.
Además, entre el 2009 y el 2011 hubo 63 proyectos que arrancaron de cero y seis de expansión, mientras que después de la entrada en vigencia del tratado se reportaron 62 de los primeros y 15 de los segundos.
Por entes territoriales, de acuerdo con Procolombia, Bogotá Distrito Capital y los departamentos de Antioquia, Atlántico, Valle del Cauca y Bolívar concentran el 70 por ciento de la inversión de EE. UU. luego del tratado.
Se estima que unas 400 firmas de ese país operan en el mercado local y entre las más grandes se cuentan a 3M, Pepsico, Colgate Palmolive, DirecTV, Ford, P&G, Pfizer, Johnson y Johnson, HP, General Motors y Goodyear.
El Consejo de Empresas Americanas (CEA) afirma que las 250 empresas afiliadas de EE. UU. en Colombia generan ingresos anuales equivalentes a 7,1 por ciento del producto interno bruto PIB –el valor de la producción nacional–, es decir, unos 55 billones de pesos.
Empleos de calidad
La presidenta de ProColombia, María Claudia Lacouture, dice que tras el TLC el flujo capitales se transformó en empleos de calidad y transferencia de tecnología y desarrollo.
“Además, surgieron variables como la posibilidad que tienen otros países de convertir el nuestro en plataforma exportadora y aprovechar los beneficios arancelarios y logísticos para acceder a un mercado de 300 millones de habitantes, con un PIB per cápita, en 2014, de 45.000 dólares, uno de los más altos de mundo”, explica.
El presidente de Arthur J. Gallager International, la empresa que compró a ARM Re y a Guianza, afirmó que los impulsó, entre otros, el hecho de que Colombia esté en la Alianza del Pacífico y existan altas inversiones en infraestructura vial y energética.
Según analistas, algunos de los factores que han dado lugar a que más empresarios estadounidenses se interesen en Colombia es el hecho de tener un mercado de casi 50 millones de habitantes, el tercero más grande de América Latina, y el crecimiento del poder adquisitivo.
“Otro factor que los atrae es la dinámica de sectores como el comercio minorista, infraestructura hotelera, servicios financieros, logística e infraestructura”, agrega Lacouture.
“Colombia tiene todos los requisitos de infraestructura que necesitamos y creemos en el capital humano, el sistema de educación y la calidad del trabajador en el país. En la medida en que esas cosas continúen siendo así, seguiremos nuestra expansión en el país”, afirmó Chuck Sykes, presidente de Sykes Enterprises, compañía del sector de BPO que entró a operar desde Barranquilla.