Esta iniciativa busca educar a los conductores de transporte público y particulares con el fin de disminuir los niveles de contaminación en el aire y ruido.
Con el objetivo de disminuir los niveles de contaminación de aire y ruido en la capital, además de mitigar los riesgos viales y de siniestralidad, el proyecto de eco-conducción impulsado desde el Concejo de Bogotá busca educar a los conductores de transporte público para contrarrestar estos factores.
Tres son las entidades distritales que estarán trabajando en conjunto con el fin de cumplir dicho propósito: la Secretaría Distrital de Movilidad, Ambiente y Educación serán las encargadas de concentrar sus esfuerzos con el fin de lograr la eco-conducción.
Según el documento de dicho Acuerdo impulsado por su autor, el concejal Juan Felipe Grillo, los conductores en quienes se invertirán dichas labores educativas serán los pertenecientes al Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp), aquellos encargados de transporte especial o escolar, y conductores de vehículos particulares entre otros que considere como pertinentes la Secretaría de Movilidad.
La estrategia que se busca implementar está inspirada en el Manual de Conducción Eficiente, de la Comisión Europea, el cual lo define como: “un nuevo estilo de conducción, que contribuye a reducir el consumo de combustible, las emisiones al medio ambiente y que además, mejora la seguridad en la conducción”, menciona el documento. España, Holanda y Alemania han ejecutado programas de formación en conducción eficiente.
Esta iniciativa busca educar a los actuales y futuros conductores para que por medio de estrategias de conducción las emisiones de material particulado, ruido y accidentes de tránsito disminuyan en la capital.
La problemática
Según cifras ofrecidas a este medio por Andemos, el total del parque automotor que tiene la capital es de 2.267.217 vehículos, de los cuales 1.174.168 son particulares, 17.203 buses, 4.428 busetas, 26.128 camiones, 492.301 motocicletas, entre otros.
A su argumentación el cabildante menciona el informe de Secretaría de Ambiente que afirma que las emisiones por material particulado por fuentes móviles corresponden en un 43% al transporte de carga, 14% al transporte especial, 14% al transporte público colectivo y al Sitp se le atribuye un 9%.
“Estos se movilizan con mayor frecuencia en sectores con densidad poblacional alta como en las localidades de Bosa, Kennedy, Puente Aranda, Tunjuelito y Ciudad Bolívar, que han llegado a alcanzar niveles de hasta 97 microgramos de PM10 por m³, cuando el máximo permitido por las autoridades ambientales locales es de 60, y el estipulado por la Organización Mundial de la Salud es de 50 microgramos de PM10 por m³”, afirma el concejal.
Dentro de las declaraciones y datos que contiene la argumentación de este Acuerdo impulsado por Grillo, figura la posición del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), entidad que para el año 2015 afirmó que la contaminación atmosférica en el país genera los mayores costos sociales y ambientales, después de los generados por la contaminación del agua y los desastres naturales. La contaminación atmosférica local, concluye esta entidad, causa anualmente pérdidas que ascienden a $1,5 billones.
A lo anterior se suman las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud que advierten los riesgos que generan los altos índices de contaminación del aire que pueden repercutir en accidentes cerebrovasculares y cáncer del pulmón, entre otras enfermedades.
Según el más reciente Informe de la Calidad de Estado del Aire en Colombia 2011- 2015, publicado por Minambiente y el Ideam, afirma enfáticamente que el suroccidente de Bogotá, especialmente la localidad de Kennedy, es la zona más contaminada por material particulado en todo el país.
Este proyecto tiene como objetivo educar a más de 3.000 conductores de todo tipo de vehículos en eco-conducción, quienes recibirán a cambio descuentos en el pago de comparendos, cursos de seguridad vial y los dirigidos a conductores de transporte especial.