El acuerdo económico es una oportunidad para las exportaciones agrícolas pero, ¿está preparado el sector para atender ese mercado?
La apertura económica de Colombia, que inició en la década de los 90 y que desde aquella época ha suscitado fuerte oposición por el limitado desarrollo industrial, continúa su camino y esta semana el avance se dio con la firma del TLC con Corea.
Se trata del primer tratado firmado con un país asiático y que, como dijo la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa, abre posibilidades a un mercado de US$ 26 mil millones.
Sin embargo, vale la pena preguntarse cómo están ambas economías, a qué es lo que se enfrentarán los industriales colombianos.
El Producto Interno Bruto (PIB), de Corea del Sur en 2013 llegó a los US$ 1.305 billones mientras que el de Colombia fue de US$ 378,1 billones; mientras Colombia es un productor de commodities, su nuevo socio comercial lo es de carros, bienes de capital y tecnología. Una de sus similitudes es el tamaño de su población que ronda las 50 millones de personas.
Carlos Ronderos, exministro de Comercio Exterior y director del Consejo Económico Colombo Asiático, dijo que el país “se va a enfrentar a la economía que produce mayor tecnología en el mundo, una enorme oportunidad de transferencia, a un modelo de economía muy eficiente con déficit agrícola y de materias primas como ningún otro”.
Por su parte, María Juliana Rico, directora de la Cámara Automotriz de la ANDI, alegó que las empresas coreanas de vehículos ya “tienen el 22% del mercado colombiano. Este es el acuerdo más complicado de combatir para la industria. La participación local se ha reducido al 30%. Hace un quinquenio la participación llegaba al 50% y está en el 34% en 2014”.
Según el jefe negociador de los TLC, Javier Gamboa, pensando en los sectores sensibles a la negociación se pactó la “eliminación gradual de los aranceles en el caso de la industria automotriz, serán diez años y en la línea blanca son doce años. En ese tiempo los sectores tienen que hacer ajustes y el Gobierno aprovecha para apoyarlos y mejorarles el entorno y hacerlos competitivos”.
El sector agrícola, para el senador Jorge Robledo, no está preparado para enfrentarse a países como EE.UU. y Australia que también atienden a ese mercado. El Gobierno, al contrario, dice que es el gran ganador del TLC. El presidente de Fedegan, José Felix Lafaurie, dice que “mientras que los TLC con occidente, Europa, Canadá, Estados Unidos, son acuerdos en el que el sector agropecuario tiene que hacer un mayor esfuerzo para mantener una dinámica exportadora, todo lo contrario sucede con Asia- Pacífico”.
El impacto que han tenido los acuerdos económicos es una tarea pendiente, sin embargo, el presidente del Senado, José David Name, se comprometió a que para 2015, el primer debate será el de los TLC, tan odiados y tan amados en Colombia.