La Superientendencia de Sociedades le dio ayer la estocada final al consorcio Navelena, integrado por la brasileña Odebrecht y la colombiana Valorcon, y ordenó su liquidación. Esta decisión se suma a otras que durante el último año ha tomado el Gobierno como, por ejemplo, la que tuvo que ver con la de liquidar el contrato de navegabilidad del río Magdalena.
Hubo dos razones principales para que se diera esta liquidación: La primera, la gran deuda con acreedores como la Dian, Cormagdalena y aseguradoras privadas, entre otros. La segunda: la empresa entró en crisis porque el objeto social, que era la recuperación del río Magdelana desapareció, debido a que el Gobierno Nacional la liquidó solo dos años después de haberlo firmado y sin que la obra tuviera algún avance. En consecuencia, hay que subrayar que al día de hoy no existe ni APP ni consorcio para realizar obras de navegabilidad y que Cormagdalena trabaja en un nuevo proyecto.
Es importante anotar que EL COLOMBIANO pudo establecer que, de manera preliminar, la deuda de Navelena con sus acreedores sería de cerca de $80 mil millones, pero esta cifra será revisada durante el proceso de liquidación.
A todo esto se le suma que, efectivamente, la decisión que tomó ayer la Superintendencia no sorprendió, básicamente, porque además desde febrero de 2017, la Fiscalía abrió una investigación, entre otras cosas, porque Odebrecht tenía una participación en este consorcio que ascendía al 87 %, a lo que se le sumó que el ente investigador advirtió de irregularidades en el crédito que el Banco Agrario.
Es más, en junio de 2017, la investigación adelantada por el CTI a la vicepresidente y gerente de crédito y cartera de dicho Banco, reveló que las procesadas habrían participado en la modificación de las reglas establecidas para facilitar la aprobación de un crédito de 120 mil millones de pesos a Navelena (ver recuadro).
Frente al tema, el superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, dijo que “mediante este proceso se busca la liquidación pronta y ordenada del patrimonio del deudor así como la protección de los derechos de los acreedores”.
Indicó además que los reportes muestran que la sociedad se encuentra en una situación crítica teniendo en cuenta que presenta obligaciones vencidas a más de 90 días que superan el 10 % del pasivo social.
“Por lo demás, la sociedad ha quedado imposibilitada para desarrollar su objeto social. Es de advertir que la información reportada por la compañía es preliminar y debe ser verificada, puesto que los estados financieros no han sido aún dictaminados por el revisor fiscal”, dijo.
Explicó, además, que según los reportes que reposan en la Superintendencia, existen acciones judiciales en curso, así como litigios eventuales que podrían afectar aún más la situación financiera de la compañía.
Por último, quedó claro que Navelena, a partir de ahora, conservará su capacidad jurídica solo para adelantar los actos necesarios frente a su inmediata liquidación, y con esto, queda entonces, totalmente archivado, el sueño de lograr la navegabilidad a lo largo de 908 kilómetros del río Magdalena, que impactaría positivamente a 57 municipios ribereños y que permitiría que se movilizarán convoyes 7 mil toneladas de carga.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARÉNTESISCONTRALORÍA ARCHIVÓ PROCESO
El pago de $156.894 millones que hizo Navelena al Banco Agrario por la mora de dos créditos que le había otorgado esta entidad, en una operación que generó un daño patrimonial por esta suma, motivó a la Contraloría a ordenar la terminación anticipada del proceso de responsabilidad fiscal que abrió en este caso. La decisión se produjo al resarcirse con este pago el daño que se había producido al patrimonio público. Es de anotar que inicialmente la Contraloría determinó un detrimento al patrimonio del Estado de $135.805 millones, por la operación de otorgamiento, aprobación y desembolso a Navelena de dos créditos.
OPINIÓN“LE QUEDAN MAL A LOS PROVEEDORES”
ALFREDO VARELA DE LA ROSA
Director de Cormagdalena
“Nosotros acompañamos la medida que ha tomado la Superientendencia de liquidar esta sociedad porque, definitivamente, el episodio doloroso que vivió el país frente a la frustración de poder desarrollar un proyecto tan ambicioso como lo era el de la navegación del río Magdalena, pues eso trae sus repercusiones y esta fue una empresa que demostró una insolvencia financiera para asumir la ejecución del contrato, también sabemos que le está quedando mal a los proveedores. Creemos que hay que hacer valer las obligaciones que tiene con terceros”.